domingo, 27 de septiembre de 2009

La bronca que no fue

Por si a alguien no le resulta familiar, el término bronca en Ecuador se usa para referirse a una pelea, más específicamente podemos referirnos a una pelea callejera, de la típica que más que técnica y coordinada es violenta y caótica, la mayoría de los casos se da por las razones más tontas y entre estas razones tontas la más frecuente es que se provoca porque uno o más de las implicados ¡están ebrios!

Así pues hace dos semanas me “salvé” de participar en una bronca desproporcionada en la que participaron buenos amigos míos, uno de los cuales estaba por partir hacia su país de residencia en el extranjero. A manera de despedida habíamos pactado reunirnos a la usanza ecuatoriana a beber como los dioses.

Yo no pude ir, no porque no quisiera ir, muchos factores conspiraron para que yo no vaya. Fue un jueves así que se complicaba por el trabajo el viernes pero eso no era mayor problema no sería la primera vez que fuera chuchaqui a trabajar. Al teléfono al que yo buscaba a mi amigo para pactar la hora resulta que no era el correcto tenía un número guardado de cuando él vivía acá guardado con su apodo y obviamente yo llamaba a ese, no pudimos encontrarnos. Ese día en el trabajo no pude dejar mi laptop, era necesario ir a dejarla a mi casa. Varias cosas. Al conversar con mis amigos a las 11 de la noche ellos ya estaban echando las bielas respectivas y yo que iba a salir en ese momento hice caso de mis padres que me dijeron que era mejor no ir, hacía mucho que no me decían que no vaya a algún lugar. A eso de la 23h10 yo estaba acostado viendo el capítulo diario de Lost. A eso de las 4 de la mañana me despertó una llamada, al ver que se trataba de un amigo que asumí que estaba en estado etílico no contesté porque muchas han sido las veces en que los panas chumados llaman a joder al que no fue a la cita alcohólica. No contesté. Uno no piensa que algo malo pudo haber pasado.

Me equivocaba. Al día siguiente al llamar a los panas no contestaban, del uno estaba bloqueado el número y otro no contestaba simplemente. Tipo 10 llamo al que no contestaba, me contesta un man con una voz rarota y me dice que no estaba mi amigo que lo llame en una hora. Sí, conversé con el ladrón. Acto seguido me enteré de toda la historia al llamar a la casa de mi amigo. Se habían metido en una bronca tremenda contra los guardias de los locales de los alrededores de la  Plaza Foch. Obviamente al estar ebrios no recuerdan bien la historia. Solo quedaron los golpes al otro día, el chuchaqui moral, las complicaciones por documentos perdidos justo antes del viaje y claro las anécdotas. Por suerte no pasó a mayores. Las llamadas de las 4 de la mañana eran para informarme de lo ocurrido y para ver si les ayudaba de alguna forma a ubicar a todos los que estaban ahí.

Yo me pregunto, ¿si yo iba hubiera sido otra la historia? ¿si yo hubiera estado  las cosas pasaban de forma distinta? Al conversar con todos los involucrados todos llegaron al consenso de que si yo iba no hubieran sido dos los golpeados hubiéramos sido 3.

Creo que todos tenemos historias de peleas tontas, en esta ocasión no me tocó a mí.

No hay foto porque no se gana nada reproduciendo imágenes de violencia... suficiente con el diario Extra y los noticieros de la TV.

jueves, 17 de septiembre de 2009

Recuerdo Reloco: ¿Por qué no fumo?

Bueno ... la respuesta a la pregunta es realmente muy básica... no fumo porque no me gusta, osea nunca llegó a gustarme y ahora ya es tarde para que empiece a gustarme. Tal vez si la primera vez que probé un tabaco me hubiera gustado más hubiera seguido haciéndolo a pesar de las leyendas apocalípticas que tienen ahora las cajetillas de cigarrillos.

El otro día, sin embargo, recordé algo que sin duda me marcó. Era yo un guambra mocoso de 5 o 6 años y en la tv pasaban un comercial en contra del consumo de tabaco durante el embarazo. He buscado en YouTube el video para compartirlo pero no lo encuentro. En definitiva el comercial era breve.

La voz seria de una mujer decía algo como: "Si fumas durante el embarazo es como si tu propio bebé estuviera fumando". Así de corto y simple. En la imagen se veía al feto dentro de su madre con un cigarrillo. Esa imagen me mató. Veía a ese bebé en todas partes, tuve pesadillas, soñaba que me perseguía un bebé gigante con un tabaco en la mano. Loco esto de ponerse a divagar y recordar viejos traumas de infancia.

Pues bien hoy por hoy sea por lo que sea no fumo... y me siento bien al respecto. Si alguien por ahí recuerda el comercial y lo encuentra, pásemelo. Hay que aprender a enfrentar los miedos, ja!!.

La imagen la tomé de acá ... un post interesante titulado El tabaco mata el gobierno mata.

viernes, 11 de septiembre de 2009

Recuerdo Reloco: Atropellado

El día amanecía. Como niño que vivía lejos de su escuela uno despertaba en esos momentos en que el día más que llamarse día merece llamarse noche. La falla fue que por unos minutos de demora el bus que me llevaba a la escuela me dejó. Mi padre entonces fue a ver la camioneta de mi abuela para llevarme. La sorpresa que por esos azares del destino al bus como que le habían cogido todos los semáforos y luego de un par de minutos de viaje por la avenida lo divisamos. Hasta emocionante era eso de darle alcance al bus... en mi imaginación de niño de 11 años era como jugar Enduro (el juego de Atari)... ir rebasando autos sin chocar hasta alcanzar al bus... Divertido.
En un punto de la vía había un desvío que precisamente fue creado como parada de buses, sin embargo muchas personas hasta hoy lo usan para evadir el semáforo. El bus escolar entró a ese desvío a recoger a un par de mocosos que se subían ahí.  Mi padre llegó por la vía normal, paró junto a la vereda y pitó para que el bus me espere. Yo no pensé en nada más. Coger la mochila, abrir la puerta y correr al bus. 
Una camioneta que quizo evadir el semáforo entró en el desvío. 

Di dos pasos y al querer poner el pie en la calzada... PAF!!! Sentí como si hubiera dado un mortal en el aire y caí en la vereda. Acostado. La mochila amortiguó el golpe. No me golpeé la cabeza. Sentía un fuerte dolor en la pierna pero no era tampoco la gran cosa. Mi padre desesperado fue a verme y se tranquilizó al ver que estaba bien, el tipo de la camioneta huyó. Los guambras del bus estaban pegados a las ventanas viendo qué fue lo que pasó . Mis primos, que iban conmigo en el bus, estaban asustados. 

Hecho el héroe le dije a mi papá que no se preocupe que voy no más a la escuela, mi papá qué estás loco!! vamos este rato a la casa!! En el camino de regreso con mi padre ya más tranquilo comentabamos que fue una suerte que no me haya pasado nada grave... Hijito harás el favor de no llorar cuando le veas a tu mami ella se va a asustar. Tranquilo papi... si estoy bien. 

Mi mamá abrió la puerta de la casa y dijo: ¿Qué pasó? y caí en un mar de lágrimas en sus brazos... Me atropellaron!!!!!! 

Tuve un día libre, un gran golpe en el muslo izquierdo, visitas y regalos de muchas personas, una limpia por cortesía de mi tía (curado del espanto con puntas) y algo más que contar.

No pongo imagen porque qué sadico sería y da hasta escalofrío pensar como pude haber quedado luego de ese incidente. Desde ese día tengo el tema de fijarme 2 o 3 veces si viene o no un auto, lo cual reduce al máximo la posibilidad de que algo así me vuelva a pasar.

miércoles, 9 de septiembre de 2009

Utopía: Ensayo sobre el transporte público

En uno de mis múltiples paseos en bus se me vino a la cabeza una imagen. Pensé en un bus que no vaya a reventar como en el que iba. Pensé que si bien no se puede pedir buses donde solo vaya la gente sentada por cuestiones de espacio en las vías de mi ciudad, sí se puede pedir buses que no se llenen demasiado, transporte que no provoque maltrato, tensión, robos, mal humor.
Se me ocurrió que, muy al estilo de Ensayo sobre la lucidez  de Saramago, un día la gente simplemente deja de subirse a los buses cuando están ya llenos, es decir con todos sus asientos ocupados y una cantidad respetable de gente de pie (se han fijado que todos los buses tienen un rótulo indicando su capacidad máxima, pues eso sería básicamente, respetar la capacidad máxima). El bus pasa y la gente al ver que está lleno no se sube, cuando un número de personas se baja en esa parada, un número igual o menor de personas sube y no más.
Como resultado de esto veríamos lo siguiente:
  • Grandes cantidades de gente esperando en las paradas de buses a la espera de un bus que no esté lleno lo cual probaría lo mal que anda la oferta de transporte público en Quito donde si no se llenan los buses a reventar no se abastece. 
  • Un servicio mejorado por parte de los choferes que ya no estarían en la posición de en mi bus se hace lo que a mí me dé la gana. Hasta bonito se me hace pensar en un bus donde el cobrador te pida por favor que te subas y que no te diga suba rapidito y pase para atrás por el medio dé paso dé paso atrás está vacío... etc.
  • Gente viajando con comodidad (al menos la suficiente) sin el estrés que produce estar encerrado por mucho tiempo en un lugar demasiado cerrado. 
  • Un tráfico mejorado donde se respeten las paradas y los buses no se crucen ni hagan competencias por atrapar la mayor cantidad de pasajeros... menos accidentes, menos pitazos, menos violencia.
Y bueeeno... no cuesta nada soñar. Mientras tanto a seguir en ascuas esperando a ver si las vías exclusivas de Trole, Metrobus y Ecovía dan el resultado que se espera. Aunque desde ya estoy seguro que va a ser caótico el momento en que entren en funcionamiento. Ojalá luego prueben que fueron buenas ideas. Ojalá.