lunes, 25 de abril de 2011

Perpetuando la sapada

Originalmente a este post lo iba a titular Padres que enseñan a sus hijos a ser sapos: caso fila de alimentador en la Ecovia pero iba a quedar muy largo por un lado y por otro lado ya contaba prácticamente todo lo que quería contar entonces decidí ponerle un nombre más corto y hablar más ja.

Primero el hecho. Uno está esperando el alimentador de la  Ecovía en una fila considerablemente larga. En eso se ve que se da un fenónemo. Siempre que llega el alimentador hay gente que prefiere no subirse y esperar al siguiente para ir sentado y un poco más cómodo en teoría. Entonces se va formando una pequeña fila junto a la fila "normal". Hasta ahí todo bien. La falla es que hay gente que llega a hacer esa fila y no la fila normal... osea como hay tanta gente no todos se suben en ese bus que llega pero como se crea la fila paralela los que estaban haciendo la fila normal quedan normalmente más atrás que los que llegaron luego a hacer solamente la fila paralela... dicho de otra forma los giles de la fila normal quedan más atrás que los pilas que llegan a hacer la otra fila.

Por un lado una de las cosas que cabrean de esto es que nadie dice nada. Todos se dan cuenta que hay algún bonitico o bonitica que llega como si nada a ponerse en esa fila y a poner cara de tonto y ver al infinito para que al no cruzar mirada con nadie hacerse como que en verdad no se da cuenta de que se está portando como un sapo abusivo, pero el problema es que nadie dice nada. Nadie les reclama. Pero bueee... sobre esto de no decir las cosas ya he hablado en otros posts y de seguro seguiré hablando más adelante porque igual sigo cayendo muchas veces en eso.

La nota acá es esta. En una de esas ocasiones en que la fila paralela se creaba una vieja le decía a su hijo de corta edad - Verás hijo tienes que venir siempre a esta fila chiquita que hacen, no serás bruto, si esta fila se hace largota y puedes venir acá y no haces cola, si te dicen algo te haces el loco, igual como eres chiquito no te han de molestar - el guaguito - ya mami - yo estaba unos tres puestos antes de esta señora con su hijo. Al final a mí no me afectaba que ella se haya colado así que ese día preferí no decir nada al respecto, sin embargo tengo que admitir que debí haberle dicho algo del tipo - cómo le enseña a su hijo a ser sapo señora - pero igual no dije nada para no hacerme de un mal rato.

El problema es que esto es justo lo que nos tiene mal, en vez de enseñar valores, respeto por las normas,  a hacer las cosas bien, lo que aprenden los mocosos hijos de esa gente es a no respetar nada, acá hay un trauma con no ser el gil que no se aprovecha de la situación por ende les enseñan a los hijos a coimar, a colarse, a no respetar a nadie, a no ceder el puesto a las mujeres en el bus, a no hacer lo que deben hacer como miembros de la sociedad. Cruza la calle por donde sea, no uses el paso cebra, bota basura en la calle no pasa nada. Esas taras, esas malas costumbres siguen regándose como pólvora, siguen compartiéndose y es la herencia que tienen ahora los niños, una gran mayoría de los niños.

Estas notas solo pueden cambiar con educación, pero se ve tan complicado todo... si piensan que hoy andamos mal... esperen a que crezcan estas tandas de niños que están echándose a perder... creo que aún se puede hacer algo pero le veo así mismo bien complicado que eso llegue a hacerse.

Fregado eliminar la viveza criolla.

Bueee..

lunes, 11 de abril de 2011

Viejo amargado en el banco

Bueee... continuando con la larga lista de gente de mierda con la que me encuentro.

El otro día fui al banco para hacer un trámite y debía ir a servicio al cliente. Estaba haciendo una cola bastante corta, habían dos personas adelante de mí y unas 3 o 4 personas atrás. Las dos personas pasaron y no se demoraron casi nada... al momento en el que me acerco a la ventanilla y doy mis documentos entra un pobre hombre con una cara de desesperación que daba pena. El man se acerca a la ventanilla de una y  me dice - Disculpe la interrupción es una emergencia, acabo de perder mi tarjeta del cajero automático - yo me quedé fresco y le dije - claro don, siga no más lo suyo es más urgente que lo mío - el señor este procedió a darle sus datos al tipo de la ventanilla para que le ayude a bloquear la tarjeta perdida.

(A modo de anécdota intermedia tengo que decir que más de una vez he pasado por el mismo susto que este señor, cuando recién abrí una cuenta de ahorros y me dieron la tarjeta del cajero perdí sin exagerar tres tarjetas en un lapso de 6 meses... osea era bien bruto con eso de las tarjetas de débito, por ende no me resultó complicado solidarizarme con este triste personaje jaja)

En medio de todo este trámite cuando el man entregaba sus datos y yo esperaba a que le bloqueen la tarjeta para seguir mi trámite sencillo que no era más que firmar un papel y largarme, el viejo que estaba último en la fila comienza a gritar - ¡hey a la cola! - el tipo que perdió la tarjeta le dice - caballero, disculpe pero es una emergencia, perdí mi tarjeta del cajero - y el viejo amargado - si lo mío también es una emergencia y estoy esperando - el que perdió la tarjeta - señor, en verdad espero que usted nunca tenga que pasar por un susto como este para que no esté nunca en mi posición - el viejo amargado - ¡no sea sapo! con ese pretexto no hace fila como todos los demás - el que perdió la tarjeta - vuelvo y repito, espero que nunca le pase lo que a mí y que haya alguien que no comprenda su angustia - y el viejo amargado - ah si yo también he perdido mi tarjeta y yo le bloqueé por INTERNETTT (no sé como plasmar en letras la forma como el man acentuó la T del final de la palabra internet) - el que perdió la tarjeta ya no dijo nada más mientras el otro viejo vociferaba y el pana de la ventanilla le dijo que la tarjeta estaba bloqueada y que para solicitar una nueva debía ahí sí hacer cola, yo firmé mi papel y me largué según lo planeado.

El que perdió la tarjeta ya más tranquilo me volvió a agradecer diciendo palabras indirectamente directas contra el viejo amargado del tipo - por suerte todavía hay gente como usted que sí comprende la angustia de los demás y no tiene problema con ayudar - yo no hice mucho caso y preferí no increparle nada al viejo amargado, al final de cuentas no hice nada que no hubiera hecho cualquier mortal, lástima que si hubiera sido el viejo amargado de ley hubiera tenido que esperar por ahí un par de minutos y quien quita ... dependiendo del que tenía su tarjeta hasta lo podían desfalcar (ja .. no creo). En definitiva por eso estamos como estamos porque hay gente que no se duele del problema del de al lado, y eso que eran dos personas de más o menos la misma edad, de más o menos la misma facha de no tener necesidades básicas no cubiertas, no quiero ni pensar la actitud que adoptará el viejo de mierda ante otras personas.

Estoy seguro que ese viejo carcoso en su vida ha bloqueado una tarjeta por INTERNETTTT. Asco. (¡qué vivan los prejuicios!)

Eso no más. 

miércoles, 6 de abril de 2011

De guardias de seguridad cordiales y artistas acomplejados

Hace algún tiempo tuve una conversación donde salió a relucir la farsa que resultan ser los servicios de guardianía privada. Lo ponen a un señor de más de 50 años con un palo a cuidar una calle o una casa. Lógicamente el pobre hombre no va a poder hacer nada si llega algún choro a hacer su gracia, menos si es más de uno, menos si están armados, menos si el guardia mismo está implicado en el asalto. En muchísimos casos lo mismo aplica para los policías pero esa no es la idea en este post, se ruega tomarlo como introducción desconectada del texto que sigue a continuación.

Recién no más en el sitio donde ando hoy por hoy laborando cambiaron de empresa de guardianía. Los manes dan un buen servicio, al parecer hacen hincapié en la atención a la gente por parte de sus guardias, tipos cordiales todos. Al ser tipos cordiales realmente no me explico la actitud de algunas personas hacia esta gente que al final de cuentas solo está haciendo su trabajo. Ahí van dos casos de los que fui testigo en el transcurso de este mes.

- Un día me acerco a la garita para poder ingresar al comedor de la empresa. En la puerta estaba un man antes que yo hablando con el guardia, desde lejos ya se le veía y se le escuchaba exaltado. Me acerco y le veo al man con unas maletas a su lado y vociferando. El guardia le decía - En este momento la señora Nosecuantito no lo puede atender, me comunican que está en la hora del almuerzo - y este tipo con toda la prepotencia - Ah pero yo necesito hablar con ella, ella me está esperando - el guardia - Señor me informan que no la pueden contactar porque está en el comedor almorzando - y el tipo gritando y moviendo los brazos como un loco - Pero si para eso mismo vengo pónganme en contacto con ella ¡Si serán GILES! - mientras tanto yo me acerqué y como de costumbre pedí que me permitan acceder dejando mi documento, aproveché para verle con cara de qué pena que das a este man que medio se cortó al ver que uno llegaba y lo trataba al guardia como a una persona. Bueno pasó, o más bien dicho pasé al comedor... cuando ya estaba almorzando le veo entrar a este caremaso que encima más como si fuera inútil había hecho que los guardias carguen sus maletas. Qué ha sido que a este man lo han contratado para cantar mientras la gente almorzaba, después de estar como un energúmeno en la puerta llega hecho el sublime el careverga, a poner vocecita de romántico y a cantar Yolanda de Pablo Milanés. Obviamente nadie le paró la más mínima bola, sinceramente con esa amplificación que el man cargaba prefiero mil veces quedarme solo con el murmullo normal del almorzadero antes que escuchar la horrenda bulla que se armó cuando el man empezó a cantar y todos los que no escuchaban lo que se decían en cada mesa empezaron a gritar para conversar.

Otro día llegaba yo a laborar igual, cruzaba las típicas palabras de saludo y de conversación del clima y ese tipo de cosas con el guardia mientras me daba la credencial y registraba mi laptop cuando salen un par de idiotas crecidos, cara de porcelana, ternos finos, osea los manes aniñadasos salían viendo por encima del hombro... el punto es que el guardia les pregunta los nombres para buscar sus cédulas, el un desgraciado en el teléfono conversando a gritos y gangosamente a la usanza del típico quiteño aniñado, digamos que este tiene justificación porque estaba en el teléfono aunque ni así, el otro si el auténtico auténtico... no dijo nada. Osea. El guardia les pregunta de frente - Por favor, ¿cuáles son sus nombres caballeros? - mientras cogía un grupo de unas 15 cédulas, y este man mudo total, no le respondió, ni le regresó a ver, el guardia procedió entonces a verles las caras a los idiotas estos y a cachar qué cédula es de cada quien. Las encuentra. Se las entrega y los manes (para esto ya había colgado el celular el uno) no dijeron ni gracias ni hasta luego ni nada - Qué bestia que hay gente maleducada ¿no? - le digo al man - Gajes del oficio, jefe - Sinceramente la gente que trata así con prepotencia a los demás creyéndose superiores me sacan de quicio, y justo con estos guardias que son los más cordiales que me he topado.

Lo cual me lleva  a otra que me acuerdo ahorita, y es algo que no me pasó a mí. Mi mamá llega el otro día al edificio de la Radio Pública por asuntos de su trabajo. Llega y pregunta a la recepcionista por la persona XYZ a la que debía contactar. La chica tenía estrabismo (un detalle nada más) y le pidió a mi mami que le espere un momento. Mientras atendía a la otra persona que exaltada y vociferando estaba reclamándole a esta chica en términos poco apropiados para tratar a una dama, cuando el tipo se fue con su actitud prepotente mi mami le pregunta - Disculpe este señor grosero de ahorita ¿no es ese que hacía canciones para niños y no se qué? - y la chica - Sí señora es Ricardo Williams.

Hay mucha gente de mierda en este mundo.

Eso no más.