lunes, 20 de agosto de 2012

Vida de conductor novato


Heme aquí parqueado en cualquier parte esperando a que se acabe el pico y placa. Estuve a una cuadra de caer con los chapas. Ya van un poco más de dos meses desde que decidí endeudarme y comprar un auto. La situación se dio y lo compré. Aprovechando que ahorita tengo tiempo voy a contar un poco de cosas que me han pasado en estos dos meses.

- Aunque ya con menos intensidad sigo siendo camarón. Pasé por errores simples y otros más graves. El primero de todos fue que siendo el segundo día de tener el auto conmigo le pegué su raspada al retrovisor, una lágrima, habían pasado sólo unas horas de que el carro esté conmigo y ya tenía su primera señal, todo por no saber dar retro bonitamente. De ahí hubieron los típicos problemas de que se me apagaba el carro, me olvidaba de prender las luces, caía en baches evidentes, saltaba chapas acostados. Pero un día sí me pasé de la raya. Estaba avanzando por los túneles y los policías me mandan por un contraflujo que han sabido hacer a veces por la 24 de mayo y para salir al Tejar, sin mayor noción de nada me terminé yendo no en contraflujo sino en contravía, un auto que venía de frente no se detuvo, ni yo, casi choco... El retrovisor recibió su segunda señal y por suerte el man del otro auto se apiadó de mí (qué cara habré tenido) y no hizo relajo por su retrovisor que también resultó golpeado. Acto seguido decidí que ya sabía manejar bien y ya no me han pasado esas pendejadas.

- Para poder hacer el traspaso me indicaron que era necesario que pase la revisión vehicular. Fui todo tipo optimista a revisar el carro en el puente 2. Llegué y había una cola largasa de carros. En la parte del final de la fila donde ya me pude colocar, los vendedores me rodearon ofreciéndome de todo y me convencieron de que los focos de atrás no sé prendían, temeroso como estaba  de no pasar pedí que me cambien un foco. Antes de lo esperado ya me habían cambiado los 4 focos y del precio pactado que era de 2 dólares por el foco me dicen que les debía 12 dólares. Como no tenía plata les dije ya regreso, lo cual me recuerda que les debo 12 dólares todavía a esos manes. Ya dentro del centro de revisión empezó el sufrimiento de que el carrito pase. Ya lo llevaron y lo revisaron y cuando fui a recibir el resultado dejaron mi llave a un lado. Ya dije se cagó... No pasamos... Al final había sido que el revisor no había pasado mi resultado al sistema y luego del susto me dijeron que todo estaba bien. Aprobado. Ahí aprendí que debo ir a revisar el auto antes de llevarlo a la revisión, que los vendedores no me sorprendan y estar con mayor seguridad del estado real del carro.

- Cuando fui a hacer el traspaso a que el auto esté a mi nombre también estuve de blooper. Sin saber dónde parquear, dónde hacer el trámite ni nada. Cuando fui a que le tomen las improntas al carro los vendedores me cayeron de una... Terminé comprando una franela que ha sido obligatoria y esperé. El rato que me hacen la revisión me piden una llave de tuercas... Qué sabremos de herramientas, no tenía nada. Me tocó estar de auto en auto pidiendo y nadie me quería prestar hasta que un man se acerca y me dice yo le presto la llave de tuercas pero usted présteme el extintor, los triángulos y el botiquín. Ya nada. Tocó prestarle por más chantajeado que me haya sentido. Acto seguido aprendí que siempre debo tener herramientas en el carro.

- Al ser primera vez que tengo auto propio y recién estar agarrando confianza tras el volante, no me ha cogido tan de nuevo eso de conducir a 50 km/h, desde que tengo el carro iba a esa velocidad y bueno ya me he acostumbrado.

Eso no más. Ya mismo se acaba el pico y placa y podré moverme. Hoy aprendí que ir por los túneles pretendiendo llegar al destino antes de que sean las 7 es una muy mala idea.

NOTA: esto fue escrito el día viernes  17 de agosto de 2012, ahora que lo publico acabo de ver que la publicación por correo electrónico o ya no existe o está defectuosa, bueee.

martes, 10 de abril de 2012

Caminando en otro mundo: El caso del borrachito que se rompió la cabeza

Por suerte no era yo.

Hace tiempo con los primos y los panas armábamos fiestas en la casa de mi tía. Comprábamos una caja de Zhumir y la gente iba cargando también sus botellas. Mi primo ponía sus focos de fiesta, música de fiesta, y ya. Fiesta. Era divertido y fueron buenas épocas. De esas fiestas salieron muchas historias de borrachos, como la vez que un punkero se coló abrazado a una botella de tres litros de puntas que cambiemos la música y pongamos punk... o la vez que los panas rockeros de mi primo se quedaron dormidos ebrios y les pusimos que eran los de la esquina del death metal. Era divertido.

Un día de esos en los que uno ya sale con los tragos encima y ve que ya amaneció, salimos con mi primo a ver a su novia que le había dicho que la vaya a ver a primera hora. Íbamos caminando cuando vemos a un chumadito que estaba en condiciones mucho más deplorables que las de uno y bueno iba pegándose contra las paredes y sin poder sostenerse en pie, en eso un mal paso de los realmente malos y TOROG ... se cae de frente contra el filo de una grada, pero como si hubiera apuntado, el rato que puso las manos para evitar la caída ya estaba bañado en sangre el pobre. Algunas personas se acercaron y trataron de ayudarlo, en lo ebrio el man no atinaba a saber qué le pasaba y pensaba que lo estaban atacando, en ese momento la idea - Nof... llamemos al 911, a que le vengan a ver al chumadito - mi primo que estaba más sobrio que yo me dice - Pero si se van a demorar un montón, hasta eso el man ya se desangra, mejor llama al PAI - por esas cosas de la vida mi primo se sabía el número de teléfono del PAI (Puesto de Auxilio Inmediato) hoy por hoy conocido como UPC (Unidad de Policía Comunitaria), y llamo.

YO: Buenos días, por favor ayúdenos hay un hombre borracho que se acaba de romper la cabeza y está bañado en sangre.

Policía medio dormido: Este teléfono no es para llamar a joder.

Colgó.

Ahí se armó y se me salió el personaje que tantas veces ha adornado esta sección del blogcito. Llamo de nuevo.

YO: Vea señor. Para qué le pagan, les estoy diciendo que necesitamos ayuda, hay un tipo roto la cabeza a la vuelta de donde está usted y se ve muy mal. Yo no sé el número de una ambulancia ni a donde llevarlo pero usted si ha de saber, o si ha de saber en su defecto a quién pedir que ayuden con algo como esto, así que de gana se va a hacer putear.

Policía ya despierto por la ira: A mí me respeta, yo no puedo abandonar este puesto.

YO: Vea señor deje de ser vago y cómodo, por una vez en la vida sirva de algo y venga por último usted a ver cómo le puede ayudar a este pobre. Si tanto miedo le da que le roben el PAI salga echando llave y venga a hacer algo, o  por último llame una ambulancia, una patrulla o algo... este tipo está realmente mal.

Colgué.

Uno o dos minutos después un policía daba vuelta a la esquina... nosotros ya seguimos caminando, fue como que dije ya llamé, estoy borracho, no puedo hacer más. Mientras caminábamos vimos cómo llegaba el policía y cómo movía la cabeza buscando, seguramente al tipo que le llamó si es que era el mismo con el que hablé. Luego de unos 5 minutos llegó un patrullero, treparon al chumado y se lo llevaron.

Era divertido cuando hacíamos fiestas en la casa de mi tía.

Eso no más.

lunes, 6 de febrero de 2012

Uno de esos días

Hoy fue uno de esos días... me despierto medio desganado, como quien no puede ganar en una mañana así, fuera del clima de uno... de levantarse, iniciar la nueva rutina, calcular los tiempos y reconfortarse porque en algo se cumple lo planeado, un día de sorpresa al bajar, encontrarte no con la persona que esperabas, de agradecer y buscar transporte. Hoy fue uno de esos días que un mosquito al que no mataste a tiempo te pica el brazo, el labio y la frente y se va, sin recibir un golpe, como el golpe de calor al salir del aire acondicionado. Uno de esos días de extremos, de distraerte en lo que haces a pesar de que no sale y ver cómo llegó la tarde sin hambre y cómo el cuerpo más bien por horario pide comida, que ya te habían pedido y que ya solo llega. Un día de escuchar y preocuparte por problemas ajenos. Un día de regresar con el propósito de no descansar hasta que todo funcione, aunque el cuerpo pide descanso... Hoy fue uno de esos días que te dejan pensando. Al final una llamada, escuchar a la gente que quieres y a la misma. La vida sigue.

Eso no más.

jueves, 26 de enero de 2012

Crónica de una tesis aplazada #2

Coger ritmo. Ese es el reto.

Salir un poco de la rutina que se ha adoptado en este tiempo en el que el proyecto de tesis se aplazó por cumplir otros proyectos, osea los del trabajo, y agarrar ritmo.

Se ha hecho complicado la verdad, al menos para mí. Con eso de que uno ya tenía medido hasta el tiempo para pendejear en internet, ahora toca buscar un tiempo para redactar, investigar. Pero bueno ... eso es justo lo que significa crear un proyecto de tesis.

Y bueno. hasta el momento el avance ha sido lento y en su mayoría en ideas de lo que puede hacerse, nos falta plasmar todo eso en papel. Vamos viendo.

El tener que viajar por el trabajo no ayuda, dicho sea de paso.

Eso no más.

martes, 10 de enero de 2012

Crónica de una tesis aplazada #1

Años han pasado. Años. Ya qué pues el tiempo pasa y es así. Otra cosa es que hubiera estado de vago sin hacer nada y todos los demás pretextos. El punto es que al fin (o como le dije a un pana que se alegró por saber que empezaba la tesis, al inicio) estoy haciendo mi proyecto de tesis. Así como quien no quiere la cosa el tema propuesto inicial ha ido mutando de forma que ya no queda ni rastro de la idea original.

El proceso de aprobación fue tedioso y agravado por mi intermitencia duró demasiado. Entre que se le daba gusto a un profesor que quería cambiarlo todo en el plan y se le aceptaba al otro la indiferencia inicial mucho tiempo se pasó. Al final el profesor que quería cambiarlo todo desapareció en medio de un mar de rumores y ahí todo cambió también para el proyecto. Con velocidad vertiginosa los profesores asignados dieron revisión  al plan casi concretado, emitieron sus informes y listo. El plan entró a Consejo y se aprobó.

La intermitencia atacó de nuevo y para retirar los memorandos de nombramiento de director y codirector pasaron como 2 semanas. 2 papeles tamaño A5, osea una hoja A4 que habían partido en la mitad. Luego lo difícil fue localizar a los dos profesores nombrados, cuadrar un horario para poder entregar los papeles y una vez hecho cuadrar la primera cita para poder hacer (recién) la revisión del plan ya que ellos nada habían conocido del tema durante su planificación.

Ahora que ya se pusieron de acuerdo director y codirector en quién es director y quién codirector el proyecto empieza. Tenemos una semana para avanzar en un par de conceptos y delimitar otros tantos. Hacer una entrevista y bajar una vez más a abrir la universidad porque esa es la hora en la que podemos ir, y es que en verdad esto de ya tener obligaciones laborales y tener que regresar a la universidad para cerrar pendientes es una piedra en el zapato. Pero con piedra y todo toca caminar.

Eso no más. La próxima semana, más novedades.

domingo, 8 de enero de 2012

Niños lustrabotas

No es mi intención profundizar mucho en este tema complejo. Niños trabajando cuando deberían estar jugando como cualquier otro niño con una pelota, unos patines, un videojuego o lo que sea. Un problema social, la verdad no puedo referirme con mucho conocimiento ni a ese fenómeno ni a sus causas ni a sus efectos. Como siempre solo me limitaré a decir como lo veo y ya. Aún no estoy para dar clases a nadie.

Puedo preciarme de nunca haber hecho que un niño me lustre los zapatos. Es más el único niño que ha limpiado mis zapatos he sido yo mismo, cuando era niño, cuando mi papá me enseñó a lustrar mis zapatos. Una de esas actividades metódicas y gratificantes, sencillas y hasta divertidas cuando las haces con alguien que te enseña sus trucos y que te trasmite ese gusto por hacerlas. Mi papá me enseñó que debes tener los cepillos correctos, la tinta, un cepillo para tinta, la baserola, un trapito para la baserola y paciencia. Limpiar el polvo, poner tinta, dejar que se seque, pasar el cepillo de cerdas cortas, poner la baserola, pasar el cepillo de cerdas largas y al final pasar un trapo. Listo zapatos limpios hasta la próxima lustrada.

¿Por qué si es algo que yo puedo hacer tranquilamente voy a pedir que alguien lo haga por mí? Pueden haber muchas razones, pero bueno. La pregunta real que viene al caso es ¿por qué voy a dejar que un niño lo haga por mí? Sinceramente no puedo permitirlo, que un niño este manchándose por limpiar mis zapatos, que esté ahí sentado en el suelo limpiando mi vagancia, la vagancia de no haber hecho eso mismo en mi casa, sinceramente no sé cómo la gente lo logra.

La imagen típica que veo es un tipo enternado con cara de autosuficiencia, muchas veces con gafas (es extrañamente un patrón que se repite eso de las gafas) y un niño limpiando sus zapatos. Es una de las huevadas más injustas que veo en las calles de mi ciudad, y encima a veces los niños se equivocan, son niños, no tienen cuidado, manchan medias y pantalones, y toma, se ganan su puteada... maldita sea, tienen la cara de gritarle a un niño que trabaja lustrando zapatos. Gente de mierda.

Niños que a veces te ruegan que los dejes limpiar tus zapatos, lo piden por favor, ¿está mal no ceder a su petición? No lo creo, no creo que dándoles 25 centavos por lustrar mis zapatos les haga un favor, no creo. Una forma de que los niños dejen de trabajar en eso sería que absolutamente nadie acceda a que un niño lustre sus zapatos.

Es una estupidez, mirar niños pequeñitos con sus pequeñas cajas de lustrar zapatos, quién sería el gran caremaso que se le ocurrió crear las cajas de lustrabotas tamaño infantil.

Yo sé que es un problema complejo, que hay muchos factores.

Simplemente me molesta.

Eso no más. Ahí si algo más organizado se me ocurre edito esto... por el momento terminó.

lunes, 2 de enero de 2012

Iniciando el año

Bueno llegó el 2012. El año anterior fue uno de los menos productivos en cuanto a publicaciones en este espacio, al menos en cantidad. Me gusta pensar que por lo menos hubo calidad y que al no haber publicado mucho por acá era porque estaba invirtiendo el tiempo en cosas más productivas.

Se pueden decir muchas cosas en los inicios del año. Se pueden tener muchas intenciones buenas por cambiar las cosas, pero ya qué... si uno al final no hace no pasa nada, si no se pone empeño no pasará nada. Más que llenar este post de propósitos de inicio de año, quiero dejarlo como constancia y como futura referencia de lo que pensé que iba a poder hacer este año y voy a hacer el ejercicio de revisarlo al final, ver si es que he sido capaz de cumplir algo de lo propuesto y si ha sido así en qué porcentaje.

Dicho esto:

  • Quiero bajar un par de libras: esta no es una cosa que me estrese sobremanera, no tengo lío con verme más o menos gordo, la nota es que sí quiero bajar un poco de peso más que nada por salud. Además que mi última subida viene asociada a un desorden de comidas en los últimos meses que de hecho es algo que debo aprender a controlar. Por ahí en la empresa de productos naturales en la que trabaja mi familia (Nature's Sunshine) hasta están ofreciendo un premio económico por bajar de peso. Ganar 1000 dólares por perder peso no está nada mal. 
  • Ejercicio: hacer ejercicio para mí, con el ritmo de vida que me jalo ahora, podría ser hasta caminar un par de cuadras todos los días. Ando con un sedentarismo único, lo turro de eso es que ando menos productivo, aguanto menos las jornadas de trabajo cuando toca laborar  de sol a sol y hasta da iras que no se tenga el mismo físico de antaño para echar paso en una fiesta. Así que habla serio a dejar el sedentarismo. 
  • Tesis: es increíble. Sigo sin hacer mi tesis, por lo menos luego de una tortuosa historia para la aprobación del plan de tesis ya se logró y ahora ya queda ejecutar. Parece que hubiera sido ayer que escribí este post, y ya pasaron 3 años, ¡TRES AÑOS!. Este debe ser el año, ya toca avanzar.
Ya. 3 cosas sencillas como ellas solas. Sin duda si algo me falta es disciplina, y a la final esto que quiero hacer solo lo conseguiré con disciplina. Como ando con un grave mal hábito de perder mi tiempo en pendejadas voy a hacer lo siguiente para tratar de disciplinarme.

  • Usar todo.ly: esta aplicación me ha resultado maravilla para registrar mis tareas pendientes. Sencilla, vistosa, útil. Me deja ver las tareas que ya he conseguido completar así como quien se da ánimo para seguir cerrando temas pendientes. Osea bien. 
  • La técnica "Don't break the chain": que es la que dizque usa Jerry Seinfeld para crear hábitos positivos. Osea tomas un calendario y vas marcando los días del año en los que has cumplido tus objetivos diarios, con el tiempo se va formando una cadena de días marcados y la idea es tratar de mantener la cadena el tiempo más prolongado posible así como quien se motiva viendo ese avance. Empecé a usar la técnica y dio resultado pero habían varios objetivos al día lo que implicaba que necesitaba muchos calendarios (pensé pasar saludando al sastre, al zapatero, al mecánico y demás para obtener mucho calendarios gratis pero encontré algo mejor). Por suerte con un googleo di con Chains.cc , aplicación maravilla para realizar la técnica. Te permite crear muchas cadenas y dar seguimiento a varios objetivos diarios de forma sencilla. Realmente buena.
Así que empieza el año con un muy útil día feriado y con muchas cosas por hacer, y qué bueno que sea así. Veamos que consigo con el tiempo, so pretexto de esto voy a ver si logro un objetivo camuflado en este año, publicar por lo menos una vez por semana por acá, además ando con otros proyectos de creación de contenidos que requerirán de que agarre de nuevo ritmo para escribir, así sea cualquier cosa.

Eso no más.