miércoles, 9 de septiembre de 2009

Utopía: Ensayo sobre el transporte público

En uno de mis múltiples paseos en bus se me vino a la cabeza una imagen. Pensé en un bus que no vaya a reventar como en el que iba. Pensé que si bien no se puede pedir buses donde solo vaya la gente sentada por cuestiones de espacio en las vías de mi ciudad, sí se puede pedir buses que no se llenen demasiado, transporte que no provoque maltrato, tensión, robos, mal humor.
Se me ocurrió que, muy al estilo de Ensayo sobre la lucidez  de Saramago, un día la gente simplemente deja de subirse a los buses cuando están ya llenos, es decir con todos sus asientos ocupados y una cantidad respetable de gente de pie (se han fijado que todos los buses tienen un rótulo indicando su capacidad máxima, pues eso sería básicamente, respetar la capacidad máxima). El bus pasa y la gente al ver que está lleno no se sube, cuando un número de personas se baja en esa parada, un número igual o menor de personas sube y no más.
Como resultado de esto veríamos lo siguiente:
  • Grandes cantidades de gente esperando en las paradas de buses a la espera de un bus que no esté lleno lo cual probaría lo mal que anda la oferta de transporte público en Quito donde si no se llenan los buses a reventar no se abastece. 
  • Un servicio mejorado por parte de los choferes que ya no estarían en la posición de en mi bus se hace lo que a mí me dé la gana. Hasta bonito se me hace pensar en un bus donde el cobrador te pida por favor que te subas y que no te diga suba rapidito y pase para atrás por el medio dé paso dé paso atrás está vacío... etc.
  • Gente viajando con comodidad (al menos la suficiente) sin el estrés que produce estar encerrado por mucho tiempo en un lugar demasiado cerrado. 
  • Un tráfico mejorado donde se respeten las paradas y los buses no se crucen ni hagan competencias por atrapar la mayor cantidad de pasajeros... menos accidentes, menos pitazos, menos violencia.
Y bueeeno... no cuesta nada soñar. Mientras tanto a seguir en ascuas esperando a ver si las vías exclusivas de Trole, Metrobus y Ecovía dan el resultado que se espera. Aunque desde ya estoy seguro que va a ser caótico el momento en que entren en funcionamiento. Ojalá luego prueben que fueron buenas ideas. Ojalá.

1 comentario:

  1. Muy acertada tu entrada. En Nicaragua las cosas no cambian mucho.. El transporte es un asco. Te dejo un par de reflexiones al respecto de dos bloggeros nicas, que pasan por esa "experiencia" muy a menudo:

    http://josernestodavila.blogspot.com/2009/09/lo-mejor-del-transporte-interurbano.html

    http://acuatromanos.com/?p=177

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