Estoy haciendo tiempo – me dijo. Yo no pude evitar pensar en un relojero, anciano, con un bigote largo y blanco acorde a su edad, con pequeños anteojos redondos que parecen hacer equilibrio en la punta de su nariz, delgado, con una cachucha igualmente envejecida, prestando atención minuciosa al trabajo delicado y preciso que realiza con sus viejos y no torpes dedos que manejan a diestra y siniestra las herramientas más pequeñas del mundo conocido. Obviamente cuando uno se pone a divagar de forma tan explícita al interlocutor se le antoja conocer qué fue lo que produjo que la mirada de uno por un momento se proyecte hacia el infinito – en qué piensas – le iba a decir que en un relojero, anciano, con bigote largo y etc. pero eso ya no venía al caso – en nada – le dije.
Imagen tomada de: http://www.lorenzogoni.com/images/elrelojero.gif
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por tu comentario